Cómo motivar a tus hijos a diario

Lo más importante en la etapa en que me encuentro, educando a mis hijos en casa, es mantener la motivación alta cada día. Qué diferente es la jornada con mis hijos, especialmente con mi hijo mayor, que actualmente tiene 8 años, cuando está motivado para aprender. Noah es un niño muy expresivo, y si está con ganas, es lo máximo… De igual manera, cuando siente no hacer mucho, también lo expresa y se convierte en todo un desafío. 

Así que constantemente le pido a Dios que me ayude a mantener viva esta motivación en casa, para que el aprendizaje se convierta en un estilo de vida, y no una asignatura forzada que hacer. 

He descubierto que lo primero que cada persona necesita es sentirse genuinamente amada y escuchada. A veces caemos en el error de pensar que para ser maestra o lograr enseñar a mis hijos debo hablar y hablar… Sin embargo, la base de una excelente educación es conocer y escuchar al estudiante. A medida que pasa el tiempo notaremos algunas cosas específicas que despiertan el interés, que cautivan la imaginación y energizan la creatividad de cada hijo.

Si observamos con cuidado, y logramos proveer los elementos necesarios para seguir avivando esos intereses, entonces lograremos crear una atmósfera de alta motivación. Les comparto algunas de las cosas que he descubierto con relación a los intereses de mis hijos: 

A Noah… 

• Todo lo que sea de construir le fascina. 
• El hablar con otras personas.
• Hacer amigos.
• El estar al aire libre. 
• El pasar tiempo solo él con algunos de sus padres.
• Las buenas historias.

Al ir conociendo los intereses de mi hijo, he podido hacer algunos ajustes en la educación en casa, esto ha hecho que nuestro tiempo de estudios sea más agradable. 

A Nathan… 

• Le encanta el futbol. 
• Le encanta todo lo relacionado con el tema del espacio.
• Le gusta leer (terminar lo que empezó).
• Le gusta tener tiempos de imaginar y crear.
• Le encanta el deporte, la competencia.

La educadora reconocida, Charlotte Mason en su Manifiesto de Educación dijo lo siguiente: “cada niño tiene un apetito por conocimiento” . Como padres, reconocemos que el niño nace con una sed por conocimiento, y es nuestro trabajo proveer la atmósfera necesaria para permitir que este apetito crezca. 

Con relación a este tema del apetito, escuchaba que debemos tener cuidado también a las cosas que exponemos a nuestros hijos y que como consecuencia abren un apetito. Un ejemplo de esto son los videojuegos, si un niño se le da la opción, obviamente esto despertará en ellos algo que tal vez antes no tenían, es importante entender que por lo general los apetitos crecen, así que debemos asegurarnos a qué cosas queremos llevar a nuestros hijos. Algo que yo me he propuesto, es que en mi casa el apetito por buenos libros, explorar, y pasar tiempo al aire libre sean naturales, y ha sido de gran ayuda el tener límites  en relación con las pantallas. 

A Chloe… 

• Le apasiona estar con su hermana menor.
• Salir a caminar.
• Imaginar y jugar (muchas veces sola) me pide que la deje.
• Los libros.
• Las buenas historias.

A Joy…

• La danza.
• Todo lo femenino (las princesas).
• Le damos muchos besos y expresamos verbalmente nuestro amor por ella. 

Este ejercicio es excelente hacerlo. Qué tal si al finalizar este podcast anotas en un cuaderno aquellas cosas que motivan a tus hijos. Luego escribe que puedes hacer en casa para seguir nutriendo este ambiente. 

Por último, como comentaba al principio, la base de la educación es primordialmente que se establezca una relación de confianza, el niño se motivara cuando sabe que hay un adulto dispuesto a darla toda por su hijo. Una de las maneras en que te puedes conectar con tus hijos (si son pequeños) es simplemente mirándose a los ojos. 

Por lo general, cuando pedimos que nuestros hijos nos miren a los ojos es para regañarlos. Pero qué tal, si esta semana le dices esporádicamente a tus hijos que te miren a los ojos y cada vez que lo hagan exprésales cuánto los amas, que talentosos piensas que son, y un halago que salga de lo más profundo de tu corazón, ¡esto sí que motiva a un niño! ¡¡Especialmente si sale de su mamá!!