Fe que da fe

Creo que esta semana la pregunta de muchas mamás es cómo hacer para que sus hijos y su familia entienda el verdadero significado de la Navidad.

En el blog de hoy estaremos aprendiendo sobre Jocabed, la madre de Moisés, que se convirtió en una guerrera y no se dejo intimidar aun por las más grandes amenazas en contra de su hijo. Ella logró con su fe genuina despertar la fe en la vida de Moisés.

Hebreos 11:23 nos habla de 3 cosas que ella hizo para guardar a su hijo:

Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.

La base de todo lo que nosotros como padres hagamos con nuestros hijos o en casa es la fe. La fe creará ese ambiente en el cual permitirá que tus hijos florezcan.

En el caso de la mama de moisés; fue la fe la que vio la hermosura en aquel bebe. Fue la fe la que escondió al niño y salvo su vida, y fue la fe la que encontró un lugar seguro.

Fe que ve lo mejor en tus hijos

Por naturaleza, la mamá siempre ve hermoso a su hijo; pero la fe logra ir más allá de lo que el ojo humano puede ver. Dios abrió los ojos de Jocabed y pudo ver que había algo especial en ese bebé y que tenían un llamado de parte de Dios. El Señor ha entregado en tus manos lo que más ama: aquellos creados a Su imagen y semejanza. Hoy debemos orar a Dios para que abra nuestros ojos y podamos ver la belleza celestial que ha depositado en nuestros hijos. 

Puedo decir que la fe de mi mamá logró ver en cada una de mis hermanas y en mi propia vida el llamado que Dios tenía para nosotras. Poco a poco se fueron despertando talentos que no sabíamos que teníamos y, con sus palabras de motivación, nos logramos encaminar en el propósito de Dios. Cuando aprendemos a filtrar todo por medio de la fe, entonces veremos mas allá del momento, de la debilidad, y entenderemos en verdad estamos formando aquellos líderes que Dios va a usar para cambiar e influenciar a muchas personas. 

Me gusta decir que mi casa es el centro de entrenamiento, donde se están formando los futuros evangelistas, maestros, y líderes que influenciaron a muchas personas. ¿Sabes? El señor Jesús fue una de las personas que más dignificó la vida de los niños; sobretodo en un momento en el que la cultura decía que los niños no eran importantes, que debían hacerse a un lado; por otro lado, el Señor Jesús reprendió duramente a sus discípulos cuando intentaron alejar a los niños de Él y presentó a los niños como modelos a seguir en varias ocasiones.

Fe que no teme al peligro

Es muy importante que en esta época de pandemia no nos dejemos influenciar por el temor. No podemos vivir asustadas pues la Palabra es clara: el temor solo pone lazo. Obviamente debemos ser prudentes, pero no temerosas; hay una diferencia. No podemos negar que nuestros hijos también están expuestos a muchos peligros, así como Moisés. Faraón había decretado que todos los niños del pueblo de Dios debían ser destruidos. Sabía que si los niños eran cortados, en un proceso lento y silencioso, la nación de Israel dejaría de existir. 

El príncipe de este mundo sigue trabajando con la misma estrategia, y lo triste es que muchas veces los padres ceden al mundo. Les confían sus hijos a instituciones ateas, a maestros que no tienen el temor de Dios, también permitiendo que pasen sus días con personas que no les influencian para bien. Y, sin que los padres se den cuenta, a medida que sus hijos crecen, se están alejando del primer amor por Cristo. 

No podemos dejar que la educación de nuestros jóvenes quede en las manos del estado o de un colegio secular, pues el espíritu de esta era anhela que el corazón noble y dulce pierda esa ternura. Andrew Murray dijo: “Oh, cuántos niños del reino de los cielos están siendo ahogados en el río Nilo de este mundo. Dios, abre nuestros ojos para que tomemos en serio las generaciones.”

Fe que protege 

Por la fe Moisés fue escondido por sus padres –esta sencilla palabra nos dice cuál es nuestra responsabilidad como padres–.

¿Y en dónde? En el refugio más seguro: bajo la sombra del Altísimo. Deja que la roca de Cristo se fortalezca y se convierta en el arca que proteja a tus hijos de la tentación y del peligro. Y cuando llegue el momento en que tu hijo deba entrar en contacto con el mundo, entonces podrás confiar en Aquel que siempre ha protegido a su pueblo. 

No solo Moisés fue salvo, sino que se convirtió en quien salvó a su pueblo. Tu hijo no solo será bendecido, sino que también se convertirá en una bendición. La educación que Jocabed dio a sus hijos durante los años de su niñez fue tan sólida, que todos los años que Moisés fue entrenado en la corte de faraón no la opacaron. La fe de sus padres dio fruto en su propia fe, cuando escogió el sufrimiento con el pueblo de Dios y no temió a la ira del rey, porque se sostuvo como viendo al Invisible. 

Una oración para padres: 

Señor, ayúdame a cumplir mi llamado como mamá en la vida de mi hijo. Te doy las gracias por el ejemplo de los padres de Moisés y oro para que la gracia que les enseñó en fe cómo guardar a su hijo, también me sea entregada a mí.

Te reconozco como la fuente de sabiduría, y sé que sola no lo puedo hacer. Señor, enséñame a reconocer el peligro, pero a no temer el mandato del rey. 

Abre mis ojos para ver la luz del cielo, para ver que cada niño es hermoso en tus ojos, y que Tú me los confiaste para que yo los entrene en tu camino. 

Señor, que mi vida sea llena de fe.