Viviendo por fe

Creo que en momentos de incertidumbre como los que estamos viviendo nuestra fe es probada. De un día para el otro todo cambió. En esos momentos es donde sale a flote en verdad sobre quién esta nuestra confianza. Por eso hoy quiero hablar de la importancia de guardar el tesoro más hermoso que tenemos, nuestra fe. 

V1- “Huye el impío sin que nadie lo persiga; mas el justo esta confiado como un león.”

 Qué grandes contrastes— alguien huyendo, y un león. El león es sinónimo de fuerza, de conquista y de avance. Dios hoy nos pregunta: ¿qué clase de persona quieres ser? ¿Aquella que huye y le teme a todo? ¿O aquella que se levanta con la fuerza del león? 

 Para cada promesa hay una condición. Y en este pasaje la condición es la justicia. 

Veamos lo que dice Gálatas 3:6

“Así fue con Abraham; le creyó a Dios y esto le fue tomado en cuenta por justicia.”

 ¿A qué justicia se refiere? A una vida de fe. 

Mira lo que dice más adelante el apóstol Pablo: 

V7- “Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Abraham. De modo que los que viven por la fe son bendecidos junto con Abraham.” 

De la misma manera que Dios se agradó de la fe sencilla de un hombre, hoy Dios te motiva a que ni por un momento sueltes lo mas valioso que tienes: ¡tu fe! 

 Esa misma bendición te perseguirá todos los días de tu vida. 

Sigamos al siguiente verso de Proverbios: 

V5- “Los hombres malos nada entienden de la justicia; los que buscan a Señor lo entienden todo.” 

La marca de una vida de fe es una dependencia de Dios. Sin importar los años que llevemos conociendo de Dios sabemos que todo es por Él y para Él. 

 Si estas empezando tu caminar con Dios te motivo a que hagas de esos tiempos de quietud tu prioridad. Nuestra justicia empieza en nuestra búsqueda por Dios. 

Romanos 3:11 “No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios.” 

 Cuando empiezas a buscar a Dios sucederá algo extraordinario, Dios te empezará a abrir tus ojos espirituales a todo un mundo que no conocías. 

Volvamos a Gálatas 3:13

¿Cómo entramos a ese mundo? 

Cristo nos redimió de la maldición de la ley a través de la cruz. La cruz es la puerta y cuando aceptamos lo que él hizo por nosotras en la cruz, confesamos nuestros pecados y entonces es cuando atravesamos esa puerta y entramos a un nuevo mundo. 

“Para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.” v14. 

Entramos a un mundo lleno de PROMESAS que se vuelven reales, se vuelven alcanzables y emocionantes. 

 La primera y mayor promesa que podemos sentir tangiblemente en nosotros es aquella del Espíritu Santo. El mismo Espíritu de Dios habitará en nosotras. 

Gálatas .4:6 “Y por cuanto sois hijos, Dios envió vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo, y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.” 

Proverbios 28:10 “El que lleva a los justos por mal camino caerá en su propia trampa; pero lo íntegros heredarán el bien.” 

 Esta promesa del Espíritu de Jesús habitando dentro de ti hace varias cosas: 

• Quita toda inferioridad
• Quita toda mentalidad de esclava.
• Sabes que has sido adoptada por tu Padre Celestial.
• Recibes la herencia que viene solo por la fe. 

 Así que hoy te motivo a que no sueltes las promesas que Dios te ha dado. Sobretodo recuerda esta hermosa promesa de que el Espíritu de Dios es de hija, no de esclava, de heredera de todas las riquezas espirituales. 

¿Cómo actúa un heredero? 

Un hijo de Dios es marcado por el amor del padre. Y como consecuencia su vida será una respuesta a su misericordia y amor. 

 Un esclavo que fue libre nunca querrá volver a su esclavitud. De la misma manera esa libertad en Cristo nos lleva a:  

• Trabajar la herencia que hemos recibido. (Proverbios 28:19: el que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenara de pobreza.) Imita a aquellos grandes hombres de fe. 
• A ser fieles a todo lo que Dios nos confía. (Proverbios 28:20: el hombre fiel recibirá muchas bendiciones, el que tiene prisa por enriquecerse no quedará impune.”). La fe va más allá que una simple creencia, está ligada directamente con nuestro carácter, con nuestra fidelidad a Dios. En el original la palabra fe es pistis y quiere decir fidelidad. Alguien infiel en el hogar no es una persona de fe. Alguien infiel en su trabajo no puede ser una persona llena de fe. 
• A confiar 100% en nuestro Padre celestial: no es por lo que hacemos, no es por nuestras obras, es por nuestra fe en Él. (Proverbios 28:25-26a: El altivo de animo suscita contiendas; mas el que confía en Jehová prosperará; el que confía en su propio corazón es necio)
• A compartir con otros de la herencia que recibimos. (Proverbios 28:27: el que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparte sus ojos tendrán muchas maldiciones)

Así que ya sabes, ¡no somos de las que huímos sino de las que creemos en fe!

En amor,

Manuela H.